Las raíces de México están en el mundo prehispánico; se vivieron tres siglos de Nueva España, como era conocido México por los colonizadores, los nativos eran oprimidos hasta que el 16 de septiembre de 1810, cuando el pueblo de Dolores se sublevó y se desató la cruel Guerra de Independencia de México, que duró más de diez años
Desde ese entonces, todos los 16 de septiembre se celebra el Día de la Independencia y se conmemora con festividades en todo el país, con fuegos artificiales, desfiles, música en vivo y fiestas en casas con los familiares y amigos, sin que falten los deliciosos platillos y bebidas para compartir.
Entre los platillos tradicionales para este día hay que mencionar los exquisitos chiles en nogada, elaborados con chiles poblanos rellenos de picadillo de cerdo, frutas secas y bañados en una deliciosa salsa cremosa de nueces y se decoran con semillas de granada. Al servirlos se destacan los colores de la bandera mexicana: el rojo de las granadas que lleva encima, la salsa blanca, y el verde del mismo chile.
No puede faltar el tamal Oaxaqueño, se prepara con masa de maíz y se rellena con carne de cerdo o pollo; se envuelve en hojas de maíz o de plátano y se cocina al vapor. Es un platillo que no puede faltar para la conmemoración del Día de la Independencia.
Todo platillo se debe acompañar con una bebida como La Bandera, que presenta los colores de la bandera. Esta bebida se toma en tres sorbos, el primero es de jugo de limón (verde), el segundo es un trago de tequila (blanco) y, por último, un sorbo de sangrita, que está hecho con jugo de tomate, chile serrano, salsa Worcestershire y tabasco, jugo de naranja y limón.