Los tamales, un símbolo de América
Si bien es cierto que los tamales mexicanos son los más reconocidos, este plato aún antes de la llegada de los conquistadores a América, está presente con similares características en casi todos los países, desde México hasta el norte de Argentina.
La palabra tamal, deriva del vocablo tamalli, perteneciente a la lengua náhuatl, que hablaban los Aztecas pero que se había extendido por toda la zona conocida como Mesoamérica. Este vocablo nos define enteramente a este exquisito plato, ya que significa paquete.
En general, los tamales mexicanos son elaborados a base maíz y carne, con lo que se hace un relleno que luego es envuelto en las hojas que recubren las mazorcas de maíz – semejando un paquete – y se cocina al vapor. Esto que hemos descripto como base de la receta, recibe innumerables modificaciones según la región de México a la que hagamos referencia o al país americano que queramos relacionar con un determinado tipo de tamal.
Es tal la variedad de tamales que se elaboran en México, que algunos estudios han ubicado en 5 mil, la cantidad de tipos diferentes de tamales mexicanos entre los que se puede elegir. Los hay con carne, con vegetales y hasta dulces. Hasta el momento ninguna región mexicana se puede adjudicar la paternidad de esta especialidad de la cocina mexicana. De hecho, se cree que ya los Mayas, antecesores de los Aztecas, fueron quienes difundieron estas especialidades mexicanas empaquetadas, por toda América Central.
Las distintas culturas prehispánicas que florecieron por toda América, fueron amplificando la difusión de esta comida.
De México hacia toda América
La característica fundamental de este plato, que nosotros ubicamos dentro de las especialidades mexicanas, pero que ha ido mucho más allá de ello, es que su envoltorio lo asemeja a un paquete, donde se ha colocado previamente un relleno. En algunas regiones los paquetes son puestos a hervir en ollas, en otros lugares se elige cocinarlos al vapor, sin el contacto directo con el agua y. por último, algunas recetas completan la cocción al horno.
Los tradicionales tamales mexicanos, como ya lo hemos dicho, utilizan las hojas que envuelven la mazorca, para confeccionar los paquetes. Pero también existen recetas donde la hoja utilizada puede ser de plátano, sobre todo en aquellos países o regiones de climas más tropicales, en los tamales colombianos es común el uso de las hojas de plátanos.
Así como en numerosos países van variando los ingredientes con los que se elaboran los tamales. También varía la forma que se les da a los paquetes. En la actualidad se utiliza hilo para atar los tamales y evitar que el paquete se desarme durante la cocción, pero antiguamente con las mismas hojas de la mazorca, se confeccionaban, de manera rápida y rudimentaria, unas pequeñas cintas que se utilizaban para atar los tamales mexicanos.
Tanto por el nombre, como por el tipo de plato, es posible deducir la enorme influencia que la cultura Maya desarrolló sobre todo el continente, extendiendo no sólo sus enormes conocimientos, sino también su cultura culinaria. El enorme valor de la cocina mexicana es haber mantenido ese legado cultural y haberlo convertido en una poderosa influencia a nivel mundial, en la industria gastronómica.
Un recorrido por el placer
Los habitantes de la ciudad de México son los principales consumidores de tamales del mundo, dentro de las especialidades mexicanas, los tamales convocan a toda una ceremonia a la hora de consumirlos.
Una recomendación, dada la enorme variedad de tamales mexicanos, que pruebes los tamales poblanos. Estos tamales se sirven acompañados del exquisito mole poblano. Esta combinación es una verdadera maravilla para el paladar.
Ahora bien, un verdadero plato de tamales mexicanos debe estar acompañado por una humeante tasa de atole, una bebida tan típica de México que se ha convertido en el acompañamiento ideal de todo plato de tamales. ¿Qué es el atole? Pues bien, es una bebida a base de maíz hervido, se sirve bien caliente y muy condimentado con especias dulces como canela, cacao, vainilla, etc. y se le añade azúcar o miel. No sabemos por qué, pero la verdad que la combinación de los tamales mexicanos con una buena tasa de atole es tan rica que siempre estamos tentados seguir pidiendo.
Los tamales mexicanos están servidos, una exquisita tasa de atole monta su humeante guardia junto al plato a la espera que comience la fiesta de sabores que México tiene para ofrecernos.