
Cuando se piensa en calor de hogar, las deliciosas sopas no escapan de los pensamientos. Uno de las comidas más ricas y tradicionales de la cocina mexicana, es la sopa de gallina pinta. Este plato es originario del norte de México de la región de Sonora y a pesar de su nombre, la receta original se elabora con carne de res, generalmente chambarete, cola y aldilla, frijoles pintos y maíz pozolero.
Hay una versión que señala que este plato proviene originalmente de la comida que era preparada por los rancheros cuando se dirigían a la Sierra de Sonora en búsqueda de ganado. Las condiciones en que permanecían allí solo les permitía cocinar granos con partes de carne en un caldo, con esto podían satisfacer sus necesidades alimenticias. Y en cuanto al nombre del plato, curiosamente no se elabora con gallina sino con carne de vacuno, y se cree que lo de pinta se debe al contraste de color que dan el grano de maíz y los frijoles mientras se están cocinando.
Sin duda este plato es increíblemente delicioso, donde los ingredientes principales son cocidos a fuego lento para que se ablanden bien y se liberen todos sus sabores, los cuales terminarán de complementarse con el aroma y el toque inigualable de las cebollas, ajos y los infaltables chiles para que sea todo un caldo sonorense. En caso de que se condimente con chile colorado picante, el caldo podrá estar colorado, por lo que se llamará gallina pinta roja.
De la forma que prefiera, a los sonorenses les encanta este plato porque está lleno de sabores a tradición familiar, a historia y a arraigo. No olvide disfrutarlo acompañado de un poco de cilantro y chile para darle ese toque mexicano tan especial.