Pan de muerto

El pan de muerto es un exquisito pan tradicional mexicano para el Día de los Muertos, con aroma a anís y forma que simboliza cráneos y huesos. Su preparación requiere paciencia y amor, fermentando la levadura y amasando la masa con cuidado para lograr su esponjosa textura característica.

Repostería
2 horas
6 Porciones

El pan de muerto es un delicioso manjar tradicional, con una masa suave y esponjosa que se prepara con ingredientes como harina, levadura y azúcar.

Es un platillo que requiere paciencia y dedicación, pero el resultado final es una pieza única llena de sabor y tradición.

El ritual de amasar y dar forma a los panes, seguido por el horneado que llena la casa de un aroma reconfortante, hace que la preparación de esta receta sea una experiencia especial para compartir en familia.

Ingredientes

300 gramos de Harina de trigo

100 gramos de Mantequilla

75 gramos de Azúcar

25 gramos de Manteca

10 gramos de Levadura

6 Huevos

1 cuchara de Agua de azahar

1 cuchara de Anís

1 Huevo para barnizar

1 pizca de Sal

Flor de cempasúchil

Manteca

Preparación

Paso 1 : Para preparar el pan de muerto, se debe comenzar fermentando la levadura disolviéndola en un poco de pulque o agua tibia, y agregando un poco de harina hasta formar una pasta suave.

Paso 2 : Se deja reposar en un lugar cálido, tapando el recipiente con un lienzo; una vez que haya subido al doble, estará lista para usarse.

Paso 3 : Luego se cierne en una tabla de amasar el resto de harina con la sal; se hace una fuente y se colocan allí todos los ingredientes y la levadura fermentada.

Paso 4 : Se amasa hasta que la masa se despegue de la tabla.

Paso 5 : La masa se coloca en una cacerola engrasada con manteca; se tapa con un lienzo y se deja reposar en un lugar cálido hasta que aumente al doble su tamaño.

Paso 6 : Después, se coloca la masa en la tabla y se moldean los panes del tamaño deseado; con un pedacito de pasta se hacen los adornos habituales.

Paso 7 : Se colocan en láminas para horno, que deben estar previamente engrasadas y enharinadas; se barnizan con huevo batido (si es posible, con flor de cempasúchil) y se dejan reposar.

Paso 8 : Posteriormente, se meten al horno precalentado a 350 °C; una vez que suban y hayan comenzado a dorarse, se baja la temperatura hasta que estén bien cocidos.